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Envase Retornanble


Se encontraron.
Se dieron la mano, se dijeron cosas, rieron.
Quedaron en juntarse y efectivamente lo hicieron

Lo hicieron
                 Se besaron
                                  Se amaron con potencia
                                                                       Se desearon y se tuvieron.

Terremotos y cataclismos
                                      Maremotos y cifones
                                                                      Tornados, erupciones de lava.

Acomodaron sus planetas, alinearon sus chacras.
Dispusieron sus voluntades hacia el otro.

Bailaron un buen tiempo al mismo ritmo
Pensaron varios años en los mismos hijos
Juraban lealtad a los mismos dioses
Fueron enormemente felices.

Mochilas cargadas de
Mochilas cargadas de
Mochilas cargadas de...

Y hubo ligerezas desiguales
y los padres se les asomaban por la lengua
y se mostraban las hilachas
colgando desde sus silencios
repentinos silencios
inexplicables e inentendibles silencios

Hubo vergüenzas, historias antiguas, cicatrices terribles, penas, panas, trancas, miedos, latas, des-ánimos.

Lo querían todo del otro? Lo tuvieron todo del otro?

El agua detenida en un estanque, al tiempo termina por podrirse.
Y estuvieron detenidos así un buen tiempo.
Ninguno se animaba a asumir que se habían estacionado.
que ya no caminaban juntos
que ya no bailaban
que ya no se acostaban juntos desnudando al otro.

De mostrarse honestos consigo mismos, demostraría la tristeza de verse juntos.
Y no querían hacerse mal: prefirieron ignorarse y olvidarse rápidamente de sus dolores.

Tan enamorados estaban de estar juntos, tanto amaban su estado de pareja, que se olvidaron de amarse a si mismos y juraron estar juntos para siempre. Así se transformaron en un par de muletas, pilares fundamentales para un nuevo personaje en esta historia: un hijo.

Un hijo que los conoció ya en su estado ortopédico y que creció pensadose invalido, que nunca vio amarse a sus padres.Ya al crecer, sintió la incomodidad de aferrarse a ambas muletas, ya que una le quedaba chica, por lo que tuvo que dejarla para poder caminar bien.
La lógica diría que este hijo comprendería la necesidad de soltar ambas muletas, pero...

Un buen día luego de haber dejado finalmente a su madre, el nuevo hombre conoce a una dulce chica y piensa que es una muleta lo suficientemente atractiva para si, por lo que decide llamarla:

Se encontraron.
Se dieron la mano, se dijeron cosas, rieron.
Quedaron en juntarse y efectivamente lo hicieron.

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