Entrar al metro como salir de feto, nacer al pulso del viaje que compartimos todos. Todos participes del fluir que nos lleva a nuestros destinos, Todos decididos a que es nuestra decisión cuando bajamos, sin embargo uno se baja donde tiene que bajarse, no donde quiere. El metro es la vida y a penas salgo muero. la superficie es mi inframundo y el tren del metro resulta el rio de heraclito. Nunca bajamos dos veces al mismo metro